La Policía Nacional Dominicana se ha mantenido en un triste letargo. Que si la reforma contempla un cambio de los uniformes,de mentalidad, etc. Lo cierto es que esto triste y humildes servidores, los que si realizan su trabajo, arriesgan su trabajo por en un empleo que no les otorga un sueldo que ni siquiera les alcanza para sostener sus familias.
Son obligados a trabajar más de 24 horas porque a un general de pacotilla de esos que abundan en la República le da la bendita gana de que hay trabajo y esos infelices deben hacerlo. Una cuerpo del orden que se les niega el derecho al avance de una nueva época que demanda una mayor profesionalización. Al parecer existen sectores dentro y fuera que desean que permanezca el caos policial que impera, porque esto es cultivo para su provecho personal.
De la misma manera que la sociedad dominicana lanquidece así también la Policía, en donde la minoría que es eficaz, efectiva y buena es absorbida por la mayoría que fomenta el desorden, que cultivan la terror unipersonal porque su complejo lo ocultan detrás de ese glorioso uniforme, del cual no son dignos de llevar.
sábado, agosto 11, 2007
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